sábado, 7 de mayo de 2011

No hay secretos para el éxito. Este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso.

Continué asistiendo a mi trabajo cada fin de semana, Raúl se quedó en Santa Ana como lo advirtió, y no desistía de decirme todos los días que abandonara la idea de trabajar, que estaba cansado de los comentarios de la gente.  Yo seguía manteniendo la situación diciéndole que era lo mejor para nosotros y que no debía hacer oídos a los chismes, cada fin de semana en Guadalupe era una experiencia inolvidable para mi, tanto en el trabajo como en la relación con los compañeros, conocí gente maravillosa que hoy en día aún son mis amigos, empecé a tener una vida diferente, había pasado 10 años de mi vida cuidando niños, con algunos trabajos esporádicos, pero realmente desde mi primer embarazo sólo había cuidado a mis hijos, dedicada enteramente a ellos, y como empecé a tener hijos tan niña nunca disfruté de las cosas que normalmente disfrutan las chicas, salir, divertirse, ir de compras, bailar, cantar!!! Dios ... empecé a descubrir un mundo que me había sido prohibido, desde que tenía 16 años.

Ya contaba con 27 años, tenía 5 hijos de 10 a 3 años, y al fin sentía que podía empezar a hacer algo para mi y mis hijos. Cada vez me especializaba mas en las ventas, lograba convencer, persuadir, y lograba muchas ventas completas que me permitían cobrar mas y en menor tiempo, eso calmaba la inquietud de mi esposo, porque ahora yo podía cubrir gran parte de las necesidades de los niños, él por su parte, tenía en esa época una miniteca (equipos de sonido profesional con grandes cornetas), que era su hobby, pero que llegó a convertirse en la forma de llevar dinero a la casa, afortunadamente logró colocarla en un lugar nocturno del pueblo, y trabajaba alli los fines de semana y entre semana de vez en cuando conseguía algún trabajo  a destajo, cuando no, estaba en casa ayudándome con los niños, de lunes a jueves estaba tranquilo, pero cuando llegaba el viernes se ponía de mal humor, se enfurecía, nada mas de pensar que me iba a Guadalupe y no volvía hasta el lunes.

Adicional a sus celos y los comentarios en el pueblo, la chica que me cuidaba los niños empezó a portarse mal, Raúl la encontró varias veces en la calle de noche cuando se suponía que debía estar cuidando a los niños, para eso yo le pagaba, tuve que empezar a buscar otra persona y eso si que fue una tarea titánica, ya que eran muchos niños y nadie quería cuidarlos durante cuatro días seguidos sin que yo llegara al menos de noche.

Cada mes tenía que buscar a alguna señora nueva, pero no desistía, tenía que dar con alguien que los cuidara bien, o iba a tener que abandonar el trabajo y todo lo que había logrado.......seguí buscando y seguí trabajando. 

Los sábados en la noche después de trabajar nos quedábamos un rato en el piano bar del hotel, por primera vez en mi vida empecé a probar uno que otro trago, cuando era adolescente probé algunos cocteles baratones en Caracas los llamamos "Guarapitas" preparadas con aguardiente barato y jugos de frutas, después que tuve los niños jamás volví a probar alcohol, menos tragos tan costosos como whisky, licores dulces, vinos, vodka entre otros, nunca me senté en la barra de un piano bar tan lujoso, eso lo empecé a conocer en Guadalupe, era una euforia indescriptible cuando lograba las ventas, como el resto del equipo queríamos celebrar, por supuesto las primeras veces que lo intente no me fue muy bien... pero poco a poco me fui acostumbrando, no podíamos hacerlo todos los sábados, sólo cuando terminábamos temprano, no nos permitían trasnocharnos ni tomar en exceso, ya que eso afectaba el rendimiento al día siguiente, el Gerente General mi amigo Javier Vera, un maracucho exigente y tajante, no aceptaba ningún bochinche, era muy duro con eso, además el hotel nos alojaba allí para retribuírselo con ventas no con rumbas, así que eran pocas las oportunidades para relajarse, cuando las ventas eran buenas, él mismo nos decía "hay que celebrar", y había que aprovechar su buen humor, el resto del tiempo era de la sala de ventas a la habitación a descansar para el día siguiente.

Pero Raúl se ponía cada vez mas capsioso, y no confiaba en mi, así que un viernes le pedí que me acompañara al hotel, se quedó sorprendido, le dije "vamos a Guadalupe,  quiero que veas dónde trabajo, que hago y con quién trabajo" si bien era cierto que mis ganancias nos habían aliviado mucho, el desconfiaba de mi y creía en los chismes del pueblo, ya que no podía concebir ningún trabajo sólo los fines de semana y que adicional tuviera que quedarme a dormir, por supuesto, él no sabía todo lo que yo había pasado, ni se lo iba a decir, no iba a darle el gusto de tener mas razones para exigirme que abandonara el trabajo.
Pues bien.... llegamos a Guadalupe, pasó el día en el hotel con los niños y se regresó al pueblo en la tarde, a pesar que pudo certificar que ninguno de los chismes del pueblo eran ciertos, ahora le gustaba menos que yo trabajara en el complejo, verme bien vestida, muy arreglada, con zapatos altos, que no usaba porque él es de menor estatura que yo y le molestaba que los usara, con muchos compañeros de trabajo, hombres jóvenes, atractivos y con una vida diferente a la nuestra, despertó sus verdaderos celos, ya no era por evitar comentarios, ahora era simplemente "no quiero que te miren, no quiero que duermas allá, no quiero que estés en contacto con todos esos hombres" ahora descubría una nueva Violeta, una que el no conocía, porque sencillamente nunca tuve tiempo para verme así, y eso lo hacía sentir inseguro.....

Cuando algún miembro de la pareja deja de esforzarse por crecer, tarde o temprano el otro emigra a un nuevo aprendizaje.

Tristemente, eso estaba ocurriendo en nuestro matrimonio, yo quería crecer y alcanzar muchas cosas en mi vida por mi y por mis hijos, y él sólo quería tenerme encerrada criando los niños, mientras no se esforzaba en lo mas mínimo por darles lo que ellos necesitaban, se conformaba con que tuvieran techo y comida "lo demás es lujo" decía.

Pasaron las semanas, y yo mejorando mucho en el trabajo, podía irme de compras, llegaba a casa los lunes llena de bolsas, con ropas, zapatos, juguetes, hasta podía llevármelos a Valera de vez en cuando a almorzar pizza!! ahora me causa mucha gracia cuando recuerdo mis pocas salidas con mis cinco hijos, pero en aquellos días era una verdadera faena salir con todos juntos, tomaba de la mano a los dos mas pequeños y los otros tres a los lados, les decía, " bueno... cuando cuente cinco todos cruzamos la calle corriendo" y arrancábamos a correr tomados de la mano para cruzar, por supuesto, la gente me miraba asombrada, nadie podía creerme que fuesen mis hijos.

Para ellos y para mi empezaba a salir el sol..... pero para Raúl cada día que yo estaba fuera de casa era un martirio, al fin conseguí una señora que cuidaba de los niños desde el viernes hasta el lunes; llegó Diciembre 1997, mi primera temporada vacacional alta en Guadalupe, toda mi preparación era para esa temporada, esos días de trabajo intenso me iban a permitir ganar mucho dinero, soñaba con ganar lo suficiente para alquilar una casa en Valera o en La Puerta para irme de aquel pueblo.... lo primero era hablarlo con Raúl.

Una vez mas, insistí en que todo era por los niños, que íbamos a tener dinero suficiente, que yo necesitaba de su ayuda, apelé a todo, a nuestro matrimonio, a los años juntos, a las necesidades que habíamos pasado,en fin, todo aquello que pudiera ayudarme a convencerlo.... y lo convencí!!!

Acordamos, que me iría al hotel a trabajar, vendría a casa los lunes y volvería al hotel los martes, sabía que no era fácil, pero era la oportunidad  que había encontrado y sólo esperaba su apoyo, afortunadamente mi mamá ya tenía tiempo sin ver a los niños, entonces me pidió que le llevara las hembras a pasar Diciembre con ella, así que preparé a las niñas y las traje a Caracas, los varones se quedaron con el padre en el pueblo con la ayuda de la señora que los cuidaba.

Era la primera vez en mi vida que me separaba de mis hijos.....pensé que iba a ser fácil, pero no pude.... la primera semana me pegó muy fuerte la depresión, mi niña Claudia Génesis se enfermó y mi hermana me llamaba para contarme como estaba, me decía "el médico dice que es asma emocional" yo la llamaba hablaba con ella y se mejoraba, y luego volvía a recaer, mi mamá la cuidaba bien, pero a mi no me dejaba en paz la conciencia, pensé que podía hacerlo, pensé que por ellos iba a soportar un mes de trabajo duro sin verlos.... pero no se me estaba haciendo nada fácil...

La depresión me estaba venciendo, no había vendido en 10 días, sentía que estaba allí perdiendo mi tiempo,  mientras mis  hijos me necesitaban, hasta que no soporté mas y salí de la sala de ventas desesperada en llanto, mi jefe fue tras de mi, y me encontró desecha, cuando yo esperaba que me consolara, me dijera que todo iba a estar bien, que me calmara..... no, Javier Vera me sacudió como dicen en el "argot" de tiempo compartido, "me pateó" nunca nadie me había tratado así, nadie jamás me había hablado tan duramente, Javier me tomó por los brazos y me dijo " ¿Qué te pasa, te quieres ir? ¿crees que largándote vas a resolver tu vida? entonces vete!!! lárgate, actúa como actúan los cobardes, los mediocres, vete, y abandona tus sueños, abandona la oportunidad de surgir, de ser grande!! vete porque conmigo no trabajan cobardes, y si tú quieres irte, yo no te quiero aquí!! mejor que te vayas porque esto no es para ti, esto es para gente con agallas, esto es para líderes y tú eres una pusilánime!!" le contesté "pero Javier me hacen falta mis niños, ellos están sufriendo y yo también...." "¿y qué les vas a llevar, las manos vacías? todo sueño tiene un sacrificio si no estás dispuesta a sacrificarte jamás podrás alcanzar tus sueños, ni para ti ni para tus hijos, tienes dos caminos te vas ahora mismo y no vuelves mas, te vas nuevamente a vivir en la miseria o te quedas y alcanzas lo que quieres es tu decisión"

Fueron diez minutos.... que me revolvieron hasta las entrañas..... aquel hombre duro, sin compasión, sin tomar en cuenta mis sentimientos, sin piedad me hizo ver crudamente, que sólo yo puedo hacer que las cosas pasen y que si abandonaba, nunca en mi vida iba a lograr nada, por miedo.... y reaccioné!!! recuerdo claramente que le dije "me quedo y voy a ser la mejor te lo juro Javier Vera, te voy a hacer tragar tus palabras" y sólo respondió "eso espero".

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él. 

Esa conversación cambio mi vida para siempre... fue crucial, decisiva en mi vida......Me quedé, cambié mi actitud y empecé a  atraer situaciones positivas! me llené de energias positivas, irradiaba confianza y seguridad en mi misma, cada vez mas me sorprendía el poder de convencimiento que tenía sobre los clientes, hablaba mas con las niñas y Claudia mejoró, yo le transmitía tranquilidad, después entendí que mis llamadas anteriores eran tristes llenas de melancolía, a veces hasta lloraba, y eso se lo transmitía, por eso se enfermaba, todo se estabilizó, iba al pueblo a ver los niños y me encontraba con las quejas y los reproches de Raúl, pero me hice el propósito de no permitir que nada ni nadie me dañara ni me hiciera sentir nuevamente culpable, si culpable de buscar mi camino.... de alcanzar mis sueños!!!

Hasta el próximo post... la historia sigue y sigue les contaré qué ocurrió en las temporadas siguientes, y cómo finalmente me fui de Santa Ana....


Les dejo fotos de dos de mis amigos mas queridos e importantes en La Puerta Edo Trujillo, Javier Vera y Arlen Viloria... de ella les contaré también en la próxima entrada.....

Arlen y Javier
Arlen Viloria y Yo

2 comentarios:

  1. el de la foto es javier vera fue compañero mio en la secundaria en buenos aires me gustaria contactarlo

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    1. Hola, si efectivamente es él Javier Verá su número de celular es 0414 0799648

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